¡FUEGO!
Recuerdo cuando las campanas de la iglesia tocaban "a arrebato". Era la llamada para convocar a todo el pueblo si algo malo sucedía, como cuando alguien desaparecía o si se quemaba el monte... Todos los vecinos se organizaban entonces y arrimaban el hombro.
Ahora, aunque no dudo de la voluntad de estas gentes para echar un cable si fuera necesario, contamos con un equipo de retenes, guardas forestales, charlys y demás... que le plantan cara al fuego, como el que provocó ayer una chispa rebelde cerca de la Nava, en Covaleda.